Children & Old

Vivir a-isla-do

domingo, 9 de febrero de 2014

ALMAS

Estaba sentado en ese viejo sillón junto a la ventana de mi habitación intentando recordar algo que me trasladase a los tiempos en los que todos los días nacían cientos de niños a lo largo de los cinco continentes, pero mi mente se encontraba cada vez más nublada. Sabía que quizás mi muerte no serviría para nada, ya no existiría un nuevo cuerpo inocente para albergar mi alma, la humanidad se estaba equilibrando y los nacimientos igualaban a las defunciones.
Todas las televisiones daban la misma noticia, se acercaba el momento en el que el alma de una persona fallecida no encontraría un ser donde refugiarse. Quizás fuese el primero en conocer como vagaría por la nada sin encontrar consuelo en el llanto de un recién nacido.
Me apresuré hacia la ventana y después de asomarme observé a viejos decrépitos como yo intentando volar para no quedarse sin refugio. En ese momento sentí una gran desesperanza, porque ese era el inicio del fin de la humanidad, hasta que de repente, la cabeza se estrelló en el pavimento, comenzando a llorar de nuevo mi alma.

domingo, 1 de diciembre de 2013

EL OLOR DE LA ALTERNATIVA


Solo, miro a mi alrededor y me encuentro solo.
Busco esa mirada cómplice que me de valor y no la encuentro.
Ese fuerte sabor amargo satura el ambiente.
Las gotas de sudor recorren todo mi cuerpo bajando la temperatura del corazón.
Salgo rápido pero camino lento, observo, respiro y cierro los ojos.
La suerte esta echada, es el olor de la alternativa. 

sábado, 16 de noviembre de 2013

SOMBRAS DEL PASADO


Tras atravesar la puerta de aquella casa, supe inmediatamente que el terrible  hedor venía de la habitación oscura del fondo del pasillo. Me acerqué tímidamente pendiente de las sombras, aparentemente inmóviles, que permanecían en su interior.

Pocas personas habían llegado hasta allí, algo que nadie contó jamás. Yo tenía la oportunidad de revelar su gran secreto, guardado durante décadas entre sus muros.

El propietario era un hombre serio, de triste semblante, agrio y muy pedante. Los setenta años de edad le dotaban de un halo de misterio y a su vez de temor.
Entré en el interior de la habitación, encontrando tres cuerpos menudos, inertes, momificadas por el paso de los años, eran solamente niños.

En las paredes, sobre la cama, se leía una frase escrita con tinta negra " DESCUBRIDLO PRONTO, COGERME RÁPIDO, PORQUE NO ME ARREPIENTO".

Ya han aparecido ochenta pequeños cuerpos menudos y todavía no se ha atrapado a ese viejo temeroso, vagando las sombras de los niños eternamente en auxilio de sus compañeros de pupitre.

domingo, 8 de enero de 2012

Detrás de las cortinas asomaba un chiquillo su mano para pedir un poco más de chocolate al abuelo que se encontraba sentado en el sofá. El chaval, que no tenía más de seis años, quería seguir jugando con él un poco más antes de irse a la cama. Nunca se iría más tarde de las diez, le solía advertir su mamá, pero ese día ya pasaba media hora del plazo asignado y su abuelito no le regañaba para que se diera prisa en lavarse los dientes y ¡venga, a la cama!
Se había dormido profúndamente viendo la última serie que daban por la televisión. Le gustaban las de amor, porque según comentaba le recordaban a la abuela cuando los dos de jóvenes paseaban agarrados de la mano soñando con ese futuro incierto que acompaña a los recién casados. Hoy tenía suerte porque hasta que no llegara su padre de trabajar podía jugar en su habitación.
Cansado por la excitación se durmió y al levantarse a la mañana siguiente vio a su mamá muy triste siendo consolada por varias personas que no conocía, a su padre hablando por teléfono con las tías que vivían muy lejos, pero su abuelo no estaba por ningún sitio y aunque intentó encontrarlo no pudo volver a verle.
Durante algún tiempo nadie quiso hablar de lo que pasó aquel día en el que todos estaban tristes. Más tarde nadie se acordaba de aquello porque todos hacían lo mismo, vivían al mismo ritmo y con la misma alegría.
Un día viendo una novela de amor en la televisión el niño se acordó del abuelo, un buen abuelo.

jueves, 31 de marzo de 2011

Tierra

Trasladaron sus esperanzas y su vida a otras tierras, viajando sin conocer lo que les espera, mientras sin protestar les acompañan sus tres hijos, una adolescente y dos pequeños.
Pensando en trabajar duro y con gran esfuerzo, pero sin olvidar nunca su cultura, acarreando con muchos problemas, cercando la realidad que les circunda.
La mujer tras finalizar su trabajo buscará un poco de diversión, en cambio su esposo pensará que lo que busca es pasión y algo de amor.
Llegó a casa borracho y se escondió en la habitación, llegando la mujer más tarde se arrojó sobre ella y la abofeteó. Los niños se encontraban dormidos, pero se despertaron y corrieron a ver lo que ocurría, viendo como su padre hundía un gran cuchillo en ese pequeño corazón.
Asustados se abrazaron pensando que nunca debieron escapar de aquella tierra humilde pero gratificante, que les vio nacer.

jueves, 3 de febrero de 2011

Como un espejo

Postrado en la cama de su habitación, pensó que el tiempo no tenia demasiada importancia cuando tan solo le quedaban unas horas de vida. Se levanto como pudo agarrándose a los muebles que encontraba en su camino y se dirigió hacia el espejo que se encontraba colgado enfrente.
Se miró fijamente a los ojos recordando a aquella bella mujer que acariciaba su pelo todas las noches antes de acostarse y susurrando al oído su nombre le decía TE QUIERO.
Una lágrima se deslizaba por su mejilla colocándose en la comisura de sus labios y pensó que ese sabor salado sería la última sensación agradable que sentiría antes de su retirada.
Volvió a mirarse en el espejo y vió a su mujer gritando su nombre, pidiendo que le acompañase en su ultimo viaje como tantas veces habían hecho juntos.
Con paso tranquilo regresó a la cama , se tapo con las blancas sabanas, no pudiendo soñar nada más.
Al día siguiente le recordaron , y continuaron hablando de él porque en el espejo de su habitación grabó los nombres de aquellos que verdaderamente amó.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Comenzar a vivir

Último día del año que recuerda a los días pasados por no hacer nada nuevo. Eso pensé al levantarme de la cama, aunque igual hoy podría hacer cosas diferentes, iniciar el proceso del cambio del mundo, subirme a un platillo volante y repartir ILUSIÓN.
Corrí hasta lo más alto del pueblo y con los brazos abiertos grité y grité hasta no poder callar y así poder decirles que los niños sufrimos las consecuencias de los malos actos de los adultos, que con muy poco nos podíamos conformar, pero con menos que nada no seremos capaces ni de pensar. Gritaré y gritaré hasta que me escuchen, porque la ilusión es lo único que me queda.