Children & Old

Vivir a-isla-do

viernes, 20 de agosto de 2010

Mirame.

Salí a la calle para verte y no te encontré. Desesperada recorrí los rincones de la ciudad esperanzada, con el corazón brotando entre mi pecho y deseoso de complacerte.

No pude sospechar en ninguna ocasión que tu ya no me deseabas, te quería tanto, te amaba con tanta fuerza.

Rescaté de mi memoria el rostro que todavía recordaba, solté una lágrima que descendió hasta mi mejilla y tapándome la cara te acaricié de nuevo. Corrí hasta tu casa temblorosa y agitada, recibiendo como respuesta la indiferencia hacia una mujer desdichada.

Regreso, vuelvo a reencontrar la soledad de mi alma, y si me necesitas me verás escondida detrás de esos ojos que te miran y te llaman.