Children & Old

Vivir a-isla-do

miércoles, 28 de abril de 2010

Formas y espacios

Confundidos entre el azul y gris del cielo,
aparecen largos y ramificados seres inmóviles
que mirando desde la base del asfalto
tocan con sus puntas la uniformidad del espacio,
y desde la altura, siembran de metal las ciudades,
recogiendo las ondas que circulan perdidas
en busca de miradas oscilantes y perversas.
Otros seres acompañan a estos en su soledad perpetua,
de formas diferentes pero con los mismos fines,
rompiendo la alineación erecta del paisaje,
empobrecido con ropajes no acordes con su destino.
Al final de esta apariencia rígida,
aprisionadas entre paredes de piedra y ladrillo,
se encuentran formas de cuatro lados,
que albergan en su interior imágenes de colores,
fracturando la tranquilidad espesa y húmeda
de las ciudades que habitamos.

jueves, 22 de abril de 2010

Amnesia


Se levantó de la cama sola y se olvidó de lavarse.
Se tomó un café y se olvidó de echarle azúcar.
Se marchó a la calle y se olvidó cerrar la puerta de su casa.
Se acercó al cementerio y se olvidó cual era la lápida de su esposo.
Se fue a casa de regreso pero se olvidó cual era la dirección.
Quiso recordar su nombre pero también se le olvidó.
Sola deambula por la ciudad sin acordarse apenas de caminar.
Ella no puede recordar, pero nosotros sí.

lunes, 19 de abril de 2010

Sabor a miel


Sentir el olor fresco y suave de las mañanas eternas,
calor en el duro invierno,
terciopelo sobre el cuerpo,
aliento susurrante, aires con sabor a incienso.
Placeres interminables de amores enloquecidos
golpean en mis espaldas,
lanzando tu nombre al viento,
torbellino de sensaciones, una flor de olor intenso.
Ropa blanca en el interior de su cuerpo,
formas moldeadas,
curvas de finas lineas,
mieles que me recuerdan al sabor de tu primer beso.
Para LOLA, el amor de mi vida

viernes, 16 de abril de 2010

Sin rostro



Ulises entró en la oficina con la mirada fija en la entrada del despacho de su jefe. Tenía miedo, terror, pánico por tener que volver a hablar de su situación laboral. Todo cambió al darse cuenta que detrás de la puerta hoy no estaba Jaime, si no su directa colaboradora Susana.

La diferencia era que Susana es mujer y Ulises la tenía cogida la medida. Pronto su rostro se relajó y sacó pecho, arrojándose sobre su víctima.

Susana no podía soportar el carácter posesivo y soberbio de ese personajillo incapaz de solucionar sus problemas personales, así que hoy no le recibiría.

Ulises regresó a casa frustrado, desilusionado; abrió la puerta del dormitorio y golpeó sin compasión a la mujer que le acompañaba y compartía con él los secretos de sus vidas. Sumisa y atemorizada aguantó el castigo que su marido antes había tenido.

Aquel hombre soportaba las broncas y desprecios de su jefe, pero no podía tolerar lo mismo de una mujer. Hoy dormiría más tranquilo.

jueves, 15 de abril de 2010

HOMENAJE






En la casa del marqués se sirve un vaso de vino tras verterlo de una gran botella envasada después de recolectar la uva tratada con cariño y delicadeza.

Esa viña que reposa sobre la tierra bondadosa que presta su riqueza mientras el sol calienta, y el pobre agricultor aprovecha su momento de descanso para poder beber un buen trago de vino y así continuar recogiendo la uva que repartirá su caldo sin antes consultar la procedencia ni del marqués, ni del agricultor.

Mañana el marqués beberá vino, y el agricultor también.

martes, 13 de abril de 2010

Alazán

Alazán, viejo Alazán,
trabajador de la tierra,
que mucho tiempo aguantaste
tirando del carro con fuerza.
Camino de casa vas
con la cabeza agachada,
los rayos de sol se ocultan,
ya se acabó la jornada.
Paja seca esta esperando
que te acuestes sobre ella,
soñarás que eres libre,
correrás por la pradera.
Caballo descansa tranquilo,
duerme todo lo que quieras,
yo tiraré de tu carro
y araré toda la tierra.
Mañana cuando despiertes
relincha, que te oiga el amo,
sabrá que el viejo Alazán
se ha ganado su descanso.


viernes, 2 de abril de 2010

Te CORRESponderé


Salió de casa pronto, de mañana, todas las mañanas salía pronto. Llevaba un leve vestido trasparente de color dorado, enseñando los blancos muslos al compás de sus caderas, suaves y aterciopeladas. Su perfume viajaba por el aire hasta aquel banco de madera desgastado por las personas anónimas que allí se sentaban, y donde todas las mañanas un viejo enfermo permanecía atento a sus andares.

Una de esas mañanas aquel viejo apareció muerto tumbado sobre el banco, con su pantalón humedecido a la altura de la bragueta y con una nota en su mano en la que se leía " te corresponderé".

jueves, 1 de abril de 2010

Trece armarios rotos (I).

Parece mal visto dos hombres de la mano, ya no necesitan esconderse, según el señor "son hermanos", tanto para lo bueno como para lo malo. Viven un amor libre mostrándolo sin reparos. Quizás sean tiernos o despiadados. Llorar o reír para ellos no es demasiado si el engaño no pudiesen soportarlo. Un largo viaje parará el ritmo de sus latidos, soportar la separación una batalla entre niños que por jugar con su amor perdieron el sentido y de un certero disparo acabaron con sus líos. Descansen en PAZ.