
Se miró fijamente a los ojos recordando a aquella bella mujer que acariciaba su pelo todas las noches antes de acostarse y susurrando al oído su nombre le decía TE QUIERO.
Una lágrima se deslizaba por su mejilla colocándose en la comisura de sus labios y pensó que ese sabor salado sería la última sensación agradable que sentiría antes de su retirada.
Volvió a mirarse en el espejo y vió a su mujer gritando su nombre, pidiendo que le acompañase en su ultimo viaje como tantas veces habían hecho juntos.
Con paso tranquilo regresó a la cama , se tapo con las blancas sabanas, no pudiendo soñar nada más.
Al día siguiente le recordaron , y continuaron hablando de él porque en el espejo de su habitación grabó los nombres de aquellos que verdaderamente amó.
Un relato muy melancólico, con unas imágenes que impactan. He quedado complacida con su lectura. Te felicito.
ResponderEliminar